I. ALBA
Amanece el día, como siempre, con tu
aliento suave a perturbar mi soledad. Un vacío ha colmado mi sueño. Palabras
que no me dicen nada. Hojas que caen, se amontonan, se pudren en otoño.
Desafíos míos en tiempos de olvido. Quedo sentado, esperando en una puerta,
no sé a quién, Alba, cada tarde al anochecerse ya el día. Pensaré en tu
forma, amanecer que fuiste por un instante un delirio. Que se vayan todos
a recoger lo que han dejado. No se detiene el destino. Miremos solos,
el mar, desde el llano en que nacimos. Alba, constante amanecer que tanto
esperamos abrazar los navegantes. Llévame aire, aroma protector, a tus
profanos horizontes que nunca he frecuentado. Allá encontraré, viento
anunciador de males, lo que he perdido. En tus áureas tierras, ave solitaria,
acamparé un día. Cruzaré, Alba, el ancho mar para contemplar, dónde habitas
en las noches.
II. HIERBA
Que no quede, fuego, nada del ayer; ni
este raro dolor, ni aquel sueño rencoroso que siempre me ha seguido. Ya
es hora de irse, hierba mía, por otros campos, por las riberas para encontrar
otros ríos profundos. De mi instinto queda este sello azul. Que no suene
más el ayer, que no lloren, oh sol, cuando paso, las humanas sombras.
Hierba mía, siembra en tu ser, este recuerdo lejano. Secreto mío, súmate
al silencioso bogar que inicio esta noche. No ignoro a nadie, silueta
que te acercas, que preguntas por un olvido de distancias. Hierba, crece
en mi desierto para que las aves reposen por un instante su larga travesía,
en mis dunas. Fecundemos, hierba, la noche. De repente un sonido se quiebra,
cuando subimos las viejas escaleras de los viejos edificios. Arriba nos
espera el infinito, amor que perdimos en los deshabitados valles. Entre
la borrasca seguimos, hierba mía, a mostrar el rostro que llevamos. Piedras,
por esta sola vez, déjenme pasar hacia mi tienda.
III. AGUA SOLITARIA
Agua solitaria no me sorprendas más con
tu mirada. Fuerza inalterable, cesa de sugerirme vientos, mares de desesperanzas.
Quiero avanzar por el camino que tanto he soñado. Déjame soñar avispa
del desierto. Desde la brumosa altitud observas toda mi esperanza. Voy
a recorrer este campo con todo lo que tengo. No es mucho, es sólo la evidencia
que ha quedado conmigo a pesar del tiempo. Voy a escarbar la tierra para
encontrar mis imágenes doradas, porque ya este rostro no me pertenece.
¿A quién le pertenecerá? Agua, llévame al mar, y tú, vago viento, a las
montañas diles dónde me encuentro. Sí, es una ciudad grande como un amor
sin penas. Allí estoy sentado hasta la muerte. Es una ciudad antigua bañada
en costumbres modernas. Allí en silencio me desnudo para dormir. Hace
frío, un frío y un calor insoportables. Yo veo el cielo nublado; el cielo
gris de todo el año. Agua, de ti he nacido, a ti quiero volver; pero germino,
crezco y padezco en la tierra. Estoy esperando que vuelva mi amada; sagrada
ilusión que jamás he visto. ¿Dónde estará? Las noches en esta ciudad son
profundas, a veces interminables. Cada noche sueño realidades innombrables.
Sólo mi mente solitaria las crea y las destruye. Allí quedan como los
sueños que nunca viviré; sin embargo por ti me acerco, agua que desciendes
por los ríos salvajes a un lugar que ignoro. No hay piedad en tu mirada,
sólo quieres perderme en tus brazos. Me arrastras, sedienta de mi alma,
yo resisto esperando a mi amada. ¿Dónde estará? Esta mañana he preguntado
por ella. ¿No la habrán visto en las rocosas horas del día a mi amada?
Ella está perdida con un sentimiento que sólo yo lo entiendo. ¿Qué comprenderás
tú, qué comprenderán ellos? Sigues bajando agua eterna por mis labios:
fuente de una ilusión que espera.
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PORFIRIO MAMANI
MACEDO. Nació en Arequipa (Perú)
en 1963. Es doctor en Letras por la Universidad de La Sorbona. Se ha graduado
también como abogado en la Universidad Católica de Santa María, y ha cursado
estudios de Literatura en la Universidad de San Agustín (Arequipa). Ha
publicado poemas y cuentos en varias revistas en Europa, Estados Unidos
y Canada, así como varios libros, entre los que se cuentan Ecos de
la memoria (poesía) Editions Haravi, Lima, Perú, 1988; Les vigies
(cuentos, en francés), Éditions L'Harmattan, Paris, 1997; Voz a orillas
de un río/Voix sur les rives d'un fleuve (poesía, bilingüe español-francés),
Éditions Editinter, 2002; Le jardin et l'oubli (novela, en francés),
Éditions L'Harmattan, 2002; Más allá del día/Au-delà du jour (poemas
en prosa, bilingüe), Éditions Editinter, 2000; Flora Tristán, la paria
et la femme: Étrangère dans son oeuvre (ensayo) Éditions L'Harmattan,
Paris, 2003; Voix au-delà de frontière, L'Harmattan, 2003; Un
été à voix haute, Trident Neuf, 2004; Poème à une étrangère,
Éditions Editinter, 2005.
Ha ejercido la docencia en varias universidades
francesas. Actualmente reside en París y es docente en la Universidad
Jules Verne de Picardie.
CONTACTAR CON EL AUTOR: pmamanimacedo[at]yahoo.fr
Ilustración poemas:
A REFUGE FROM REALITY (1924-26)
by Stepmars -
Own work. Licensed under Public
Domain via Wikimedia Commons.
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