Calla y escucha tu voz
en el palpitar azul del magma
En el trepidar del volcán subterráneo
que ríe la ocurrencia de algún relámpago
En el incendio con que las llamas devoran
la hoja seca de un otoño que preludia un invierno
Calla y escucha tu palabra
en el latido con que la saluda el alma
Sumérgete en la tromba de aire
que galopa gozosa en las venas dilatadas del Universo
trayendo algún suspiro del Ser
algún sonrojo de no sé qué cósmicos deseos
Calla cariño mío
y escucha tu voz en mi aliento.
La letra primera
(En Interprosa)
Fue vana la acumulación racional de los siglos,
para encontrar en cada estrella una letra celeste del gran alfabeto
Ha sido inútil el acopio reflexivo de los milenios, que aún no sedimentan
en el espacio
con la autoridad del vino en el roble viejo
Solo es dada a la Intuición conocer en la arena del desierto, el reflejo
del cosmos sobre el crótalo silencioso de los lagos
La única letra del infinito se astilló en otros infinitos al romper el
vacío
Infinito tras infinito se atesoraron para escribir con trizas de la gran
letra, la historia del empujón primero
cuando el reflejo de luz, espejo después de espejo, dio a cada estrella
la astilla de la letra primigenia....
No os apresuréis en adelantado intento, de leer lo que escriben los cometas
en el firmamento
Cuando los milenios logren el primer día del orbe, la eternidad, monja
gitana del tiempo
habrá bordado, infinito tras de infinito, galaxia sobre galaxia, la primera
letra del Universo.
Tajo
sobre tajos
(En Interprosa)
Acariciáis el fuego como lo hacéis con el lomo
de un gato cebado
Presumís de que no os quemáis, que vuestra piel es a prueba de brasas
Decís bien; pero en diciéndolo no os fijáis que vuestra lepra
es también a prueba de piedad
No hay en vosotros rencores pasajeros
Soasáis vuestros odios a calda lenta cuando acariciáis el fuego
Respiráis como aroma de buen vino las tórridas calinas
a las que erigís -ígneas y rojas- en violetas de volcán
Pretendéis en brutal gula de pasiones, domeñar el fuego
que por ser vuestro fuego es también de hielo
Acariciáis el fuego y os abanicáis con tizones en llamas
Os sumergís en agujeros rellenos de piedras quemantes
Buscáis los rescoldos y protestáis mesura en la codicia
¿Qué resuellos tórridos sorben vuestras fosas dilatadas!
¿Qué jadeos culebrosos exhaláis por los alocados poros!
No vivís: draculeáis bermellones
tajo sobre tajos lonja sobre lonjas
en busca del licor rojo, único para vuestro embeleso
Presumís decoro predicando mejillas que devuelven otras mejillas
pero huís de la línea y de la cascada
Sois bestias en eterno celo
heridas vivas que en llamas cicatrizan los aires
antorchas llevadas por el deseo sempiterno
de quemar a quienes quieran refrescaros
Buscáis el sol sólo en la fiebre y con horror descubrís que morís de frío
acariciando el fuego como lo hacéis con el lomo de un gato cebado.
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Contactar con el autor: beckett_2000[at]hotmail.com
Ilustración poemas:
Pahoeoe fountain edit2 by J.D.
Griggs edit by User:Mbz1 - Own work.
Licensed under Public Domain via Wikimedia Commons.
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