Soñando a otros niveles
Fue cuando me vi soñando palabras que
no existían.
Apostigado ante las ventanas de un mundo nuevo.
Fue el tacto de los postigos entreabiertos.
Y la nitidez de mi mirada traspasando el ventanuco.
Fue cuando me vi observando con los párpados cerrados.
Todo y tanto más de lo que me envuelve.
Soñando a otros niveles.
Fueron casualidades como forzadas.
Empapadas en sentido.
Fue la sincronicidad con personas fuera de lugar.
Pero acomodándose.
Fueron los placeres de la vida.
Intensificándose.
Y fui yo.
Casi que fui yo.
El único culpable.
Y el mas agradecido.
Soñando a otros niveles.
Mezcolanza
Son tan dispares los gustos y sus dueños.
Tan dispares las maneras de gustar.
Son tantos los modos de satisfacción.
Tantas las formas de llegar a algo.
De hacer tiempo.
O de matarlo.
Son muchas las rutas.
Y muy diferentes las formas de orientarse.
Pero si todos esos caminos llegan a lo mismo...
Si todos los ríos tratan de besar el mar...
¿No podremos entenderlos?
Bien sea como propios,
bien sea como ajenos...
¿No podremos aceptarlos como vías validas,
hacia ese placer.
Que todos,
y sé que todos,
venimos anhelando?
¿No podremos dejar que la disparidad nos embriague?
¿Que la mezcolanza nos haga crecer?
Dejemos que la vida siga su curso.
Y que lo siga dejando marcas.
Que esas marcas sean manchas coloridas.
Y que manchen sin cesar.
Sueños de gente.
Y gente por recordar.
Por haber sido únicos,
en un mundo.
En el que todos y cada uno de nosotros,
cargamos con algo irrepetible.
Inspiración
pasajera
Quiero darme a la noche contigo.
Sin cerrar los párpados.
Quiero que tomes mis muñecas,
y dirijas liberadas,
mis hambrientas manos.
Quiero llenar de vida.
El papel vacío al que me aferro.
Quiero no escucharlos.
Todos ellos hablan.
Pobres mal heridos.
Del efímero cariz de tus favores,
con sabor a gloria pasajera.
Del olor fugaz de tu presencia.
Y del odio que vendrá,
tras el triste despertar.
De pestañas abrazadas.
Casi melancólicas.
Una vez te tuve.
Otra vez te pierdo.
Y tanto se repite,
que ya soy yo el que habla.
Del mal augurio de tu ausencia,
que ya me inunda olvidadiza,
de desgracia creativa.
Ya ni lloro por tus ojos.
Ya ni sufro con tu pena.
Ahora son estos los míos.
Los que ingenuos se aventuran,
precedidos por mis manos,
dedicándote un poema.
Contactar con el autor: raul_heras[at]hotmail.com
Ilustración poemas:
ThePondMoonlight
by Edward Steichen
- American Photography--MoMA (Yale Visual Resources Collection). Imported
from en: by Jean-Jacques MILAN 15:12, 9 December 2007 (UTC). Licensed
under Public Domain via Wikimedia Commons.
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