por
Felipe Fernández Sánchez

 

  Brota la lluvia

Brota la lluvia del cielo.
Cae en la ciudad,
cemento y asfalto.
Resbalamos sobre las hojas del Álamo.
Niños con mochila saltan sobre los charcos,
los paraguas abiertos pelean con el viento.
Una rosa de otoño florece en el alféizar de aquella ventana.
Lava el agua nuestros pecados,
limpia de smog el aire, se cuela por las alcantarillas.

Tras una intensa planificación
limpiaron de otoño la ciudad.  

Buenos días 

Buenos días al azul de las mañanas en primavera.
Buenas tardes al bronce dorado de las hojas en los árboles del otoño.
Buenas noches al cielo nocturno plagado de estrellas de los gélidos inviernos.

En verano,
el sol cebándose en las cabezas.
Bienvenida la nube con su umbría regalada.
El astro calcina la tierra.

La vi pasar fugaz por la calle, el pelo cabriolando.
Me fijé en el vestido que aureola su cuerpo.
Perseguí su huella buscando la sombra que alivia
en el tórrido verano.

La seguí.
La tela del vestido envuelve su cuerpo al caminar.
Lienzo de seda sobre una piel de ídem.
Suave cubierta para turgentes senos.

Deseo.
La seguí hasta perderla por las calles
en los campos o en los jardines,
invariablemente encantado.
Siempre diferentes.

El sol remachando cabezas.
La sombra aparecida es bienvenida.
El astro calcinando la tierra.
En verano.

Relente

En las noches de relente,
el agua y la tierra mezcladas
cristalizan en formas proporcionadas,
en arquitecturas de largas avenidas
surcadas de diminutos rascacielos,
bruscamente interrumpidos.

La tierra se seca.
Pequeños bloques de hielo,
edificios inacabados
que un sol indiferente diluirá.

Cubiertos de surcos de los olvidados carros,
las rodadas de relucientes tractores.
Cubierto el vestigio antiguo de un pie desnudo,
anega la impronta el reciente calzado deportivo.

Los siglos de los caminos sin asfaltar tienen memoria,
capa sobre capa esperan que algún leedor desgrane su historia.
Trazas, pasos, pistas.
Cascos, pezuñas, garras.

Y en el barro petrificado
se guardan unos adjetivos desperdigados
que conmoverán en el futuro a un ávido deletreador.

 

Moscas

 Sempiternas moscas.
Molestas.
Insidiosas.
Agotadoras.

Idílico campo cubierto de insectos.
Moscas
que se posan en tu cara,
que se pasean por los labios,
que se meten en los ojos.

Agitando los brazos, asustando,
golpeando el aire.
A uno mismo.

Pausado manoteo del curtido paisano
conviviendo.
Nervioso, asustadizo, vaivén de manos
del urbanita.

 

poemas Felipe Fernández

Felipe Fernández SánchezFelipe Fernández Sánchez«Vine al mundo en Madrid mediado el siglo veinte, por azares del destino terminé trabajando en el mundo bibliotecario. Sin motivo aparente, soy de los que disfrutan leyendo: al poco tiempo, con una chispa de ingenio a lo que soy proclive, me percaté de que eso era lo mío, aún me acuerdo cuando descubrí Bartleby el escribiente de Hermann Melville cuando lo colocaba en su lugar. Pasado el tiempo me dio por escribir, fruto de ello es el blog Inverosímil_felipe en el que consigo comentarios amables de familiares y amigos. Ítem más, se me ocurrió lanzarme a Internet y han tenido a bien publicarme pequeños relatos en Sci-Fdi, Prosofagia, Planetas Prohibidos, Ariadna rc, Letralia Tierra de Letras, Palabras Diversas, Axxon. Además han salido poemas en las revistas Ariadna rc, Almiar margencero, Destiempos, Palabras Diversas, Letralia: Tierra de Letras, Viceversa Magazine, Alhucema y Nagari.
Colaboraciones en libros electrónicos: Una colaboración en Doble en las Rocas en conmemoración de los 19 años de Letralia Tierra de letras. (Sigüenza) y el relato El bibliotecario para los veinte años de Letralia Tierra de letras
».

📩 Contactar con el autor:
fefersan [at] gmail.com |  @mediaorella |  www.facebook.com/felepeefe

👁 Lee otros poemas de este autor:
Diario del día de hoy · Sensualidades

🖼️ Ilustración poemas: Foto por Free-Photos [Pixabay-CCO].

 

mar de poesías Brota la lluvia

Más poemas en Margen Cero

Revista Almiarn.º 97 · marzo-abril de 2018 · MARGEN CERO™ 

 

Siguiente publicación
« la tarde es una sangre derramada/ y vivir por…